LAS HERIDAS DEL ALMA.

Las heridas de la piel sanan y se cicatrizan con el pasar de los días, pero las heridas que más tardan en curar son las del corazón, tan dolorosas y tan permanentes que tardan siempre en aliviar, en cicatrizar y duelen más que las heridas del cuerpo, a ellas las acompaña una lluvia de lágrimas y penas oscuras, son duras, son resistentes, son peligrosas para el alma, que sólo una gran felicidad las puede calmar, una bendición del cielo, el medicamento perfecto del amor de un ángel que habite la tierra, alguien que vendrá con dulzura, cariño, paz y limpiara tu pasado marcando sólo huellas de bendiciones en tu presente, yo le llamo padre, madre, hermano, hijo, pariente, novio o esposo, de la forma como venga ese ángel sanador en tu vida, acéptalo, amalo, cuídalo, protegelo, porque viene a sanar todo y a regalarte sólo cálidos momentos en tu vida, tú olvidaras con lo que él o ella todo el sufrimiento, la oscuridad se ira, la lluvia de lagrimas secara, el sol brillara y el arcoiris junto a las flores renacerán con tu nueva felicidad.

Autora:

Samanta Báez V.

Escritora Autónoma y Mentora de Vida.

Quito-Ecuador