EL MATRIMONIO UNA UNIÓN PARA SIEMPRE QUE EL TIEMPO LO DESTRUYE CUANDO LA FUERZA DEL AMOR SE ACABA.

Todos sabemos que cuando dos personas se casan es porque realmente se aman, y quieren formalizar sus lazos por el resto de sus vidas, pero porque esta unión sagrada se va acabando al pasar el tiempo, no se supone que el matrimonio es la confesión de un amor incondicional ante Dios y ante los familiares de las personas que lo profesan, pues de quienes realmente se casan de corazón y sin perjudicar a sus parejas a largo plazo esto es realmente cierto, pero para otras personas solo es una fiesta más para los invitados, un papel más firmado y una confesión de amor sin garantías de que sea para siempre, historias dolorosas a largo plazo para las parejas que lo viven y para los hijos fruto de esa unión que sufren cuando sus padres deciden dar por terminada la relación que juraron que duraría toda la vida, y hablando del tema yo también lo viví con mis padres cuando una tercera mujer entro a la vida de mi padre relación que dio fruto a una hija, algo que rompió mi corazón en mil pedazos y no se diga el amor y la confianza de mi madre a mi padre, la verdad uno como hijo no entiende porque los padres actúan de esa forma con nuestras madres cuando son unas extraordinarias mujeres que han sabido cuidar del hogar y sacarlo adelante con los triunfos y caídas que trae siempre la vida conyugal, no entiendo como existe cierta clase de mujeres de mal corazón que les gusta destruir la felicidad de una familia formada, es algo que no comprendo cuando en el mundo existe miles de hombres solteros o viudos dispuestos a dejarse amar por una mujer soltera, la verdad no comprendo que clase de satisfacción les provoca a las amantes cuando se dejan llenar la cabeza y el corazón por los hombres casados que lo único que buscan es solo satisfacer sus necesidades porque no encuentran según ellos esa satisfacción con sus esposas, al hablar de mi historia personal que la viví en mi casa realmente me duele porque tengo una madre que siempre ha sido un ángel en mi vida y en la de mis hermanos, y una excelente esposa con mi padre así que no existe razones para ser infiel, argumentos que en aquel tiempo doloroso mi padre no entendió y se dejó seducir por esa mala mujer que lo único que siempre busco es vivir a expensas del dinero de mi padre por medio de una hija que saco con el único fin de ser una fiel mantenida con lo que gana mi padre, razones que más adelante justificarían los motivos de esa mujer ya que mi padre se daría cuenta más tarde cuando ella sale actualmente con otros hombres en busca de la misma dosis de destruir otro hogar, o de hacer de las suyas con tal de conseguir lo que se propone que es vivir a expensas del dinero de su próxima víctima, mujeres que manda el planeta tierra para probar la estabilidad de un hogar y los verdaderos sentimientos de una hombre casado a su familia, pues bien después de que mi padre noto esto en ella se alejó de sus engaños y mentiras para regresar a los brazos de la mujer que en verdad lo sigue amando y respetando a pesar de todo que es mi adorada madre con el propósito de no destruir la felicidad de nuestro hogar.

Este tema es una situación que la viví en mi casa y que muchas familias también lo siguen viviendo por culpa de estas mujeres y por culpa de padres o esposas que buscan el placer fuera del hogar, situaciones que perturban a nosotros como hijos y que provoca daño y tristeza en la familia a largo plazo por falta de una estabilidad emocional que se ve afectada cuando existe una tercera persona llamada padrastro o madrastra, confundiendo a los hijos ya que algunas parejas de la pareja que elige el esposo o la esposa a veces no suelen ser lo que es un buen remplazo paterno o materno ya que el amor de un padre o de una madre de sangre nunca va a poder ser remplazado por ningún otro cariño, situación que provoca en los hijos problemas psicológicos y desadaptación social en el medio en que ellos se desenvuelven por no venir de un seno familiar formado por el amor solido de los padres.

Mi conclusión a este tema es que todas las personas que decidan formar una familia ante Dios , respeten sus hogares y brinden a sus parejas la posibilidad de mejorar sus diferencias si es que las hay por el bienestar y la salud mental de sus hijos ya que yo como hija y con la historia que me tocó vivir sufrimos muchos cuando existe la traición en nuestra casa, y como hijos siempre deseamos que la unión de nuestros padres sea un voto de amor para siempre, los problemas han existido toda la vida pero se debe de buscar la mejor manera de dialogar para solucionar la situación de ambas partes porque cuando el amor se lo profesa ante un altar no debe de existir ninguna segunda opción para darlo por terminado, ya que el verdadero amor todo lo puede, todo lo construye y nada lo destruye cuando existe la honestidad, la fidelidad, el compromiso, y el respeto en el corazón, lo demás solo son escusas injustificadas que lo único que trae es infelicidad al no poder vencer todos los problemas conyugales, pero al poder derribar está tormenta sin lluvia permanente, la paz, la felicidad, la armonía, el amor y la bendición absoluta de Dios llega a ese hogar como una luz sagrada para llenar a esa familia con una fuerza de unión inquebrantable que ninguna destrucción superficial lo destruirá.

Autora:

Samanta Báez V.

Escritora Autónoma y Mentora de Vida.

Quito-Ecuador