EL AMOR A DISTANCIA VISTO COMO UN GRAN DOLOR O UN GRAN DESAFIO PARA LOS VALIENTES QUE SABEN AMAR.
- samantabaez502

- 23 nov 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 4 nov 2021
En lo personal contare mi propia historia, el amor a distancia es la prueba de amor de dos personas valientes que deciden olvidar los largos obstáculos y jugárselas por sus sentimientos, yo viví y sentí en carne propia lo que es tener un amor a distancia, en verdad aquí no se trata de amar un beso, tocar un cuerpo, sentir caricias, aquí lo que se trata es de amar a una alma, sin nada de lo anterior, cuándo comienzas a querer en serio a esa persona, olvidas límites y obstáculos y solo te dejas llevar por ese amor imaginario, donde tu mente idealiza a esa persona haciéndote creer que es la persona correcta con la que compartirás el resto de tu vida, la verdad está era mi filosofía en todos los meses que viví está relación, cuándo hablaba con él por teléfono o video llamada, sentía que no necesitaba tenerlo cerca para sentirme feliz , y claro que era feliz, tan feliz que jure jamás dejarlo ir, sabía que había algunos detalles de su personalidad que no era reciproco en el amor que le daba y a pesar de que era desigual en varias ocasiones su amor, yo llene esos vacíos con el cariño y el apoyo que le demostraba en cada momento que compartíamos, yo quería darle el mundo entero con tal de verlo feliz, juraría trabajar duro para poder pagarme aquel pasaje de avión que me llevaría a su encuentro, pero luego de algún tiempo la rutina creció y ya no era suficiente una llamada, una video llamada o un mensaje, el alma de ambos necesitaba más, como besos, caricias y hasta sexo, en verdad a mí no me importaba, esperaría lo necesario para correr detrás de él, pero su compartimiento hacia mí fue cambiando luego de un tiempo, él ya no tenia momentos para hablar conmigo, ni para llamarme, su familia y amigos eran lo más importante y fue ahi que comenzaron a surgir los pretextos, las mentiras, la falta de tiempo, yo debo reconocer que fui muy valiente para despedirme y decir adiós a este amor, sé que al escribir esta historia de reflexión para todos Ustedes mis queridos lectores, me llena aún de dolor porque es algo reciente en mi vida, pero una mujer debe ser lo suficientemente fuerte para dejar ir al hombre que ama, la verdad yo he pasado por tantos desengaños amorosos que hasta mi corazón se ha secado de tanto llorar y llorar, sé que a él lo voy a extrañar y me va hacer falta porque me acostumbre a él todo este tiempo de pandemia, pero no hay mal que por bien no venga, y el sol a pesar de que se oculta cuando llega la noche, siempre vuelve a salir, y espero que mi alma y mi mente quieran de nuevo volver amar, a confiar y a sentir mariposas en el estómago, ojala que sí, pero ahora vivo mi periodo de duelo, y sufro en silencio, confiar de nuevo es muy difícil y más confiar en aquellos hombres que juran que son diferente, y que profesan un amor eterno, a esos hombres es mejor despedirlos de nuestras vidas, porque en verdad no valen la pena tenerlos como novios y menos como amigos.
Mi conclusión en este tema es que aprendas primero a conocer bien a las personas, porque te pueden vender detrás de un móvil o un ordenador, un carácter totalmente diferente, y esto es más para aquellas personas que buscamos relaciones a distancia en las redes sociales, entiendo que una mujer necesita ser amada, pero hay que saber amar con la mente, ya que el corazón no comprende razones algunas, y cree lo que le conviene creer, seamos sabios, e inteligente, y cuándo decidamos entregar nuestro preciado corazón hacia alguien, ya sea a distancia o no, juega bien las cartas y no te dejes engañar fácilmente por estos aduladores que creen que se las saben todas, pero si frenas estas actitudes y te haces valorar y respetar desde el principio, seguro que vas hacer amada y valorada como Dios quiere que sea siempre, y seguro que tu relación a distancia fusionará con un verdadero campeón que sabe que eres un premio y que va a quererte tener con él por el resto de su vida.

Autora:
Samanta Báez V.
Escritora Autónoma y Mentora de Vida.
Quito-Ecuador




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